TE EXPLICO COMO FUNCIONA

Como nutricionista me esfuerzo por establecer un vínculo cercano con mis pacientes. Mi objetivo es mejorar la comunicación durante el proceso para proporcionar planes alimenticios personalizados que se adapten a sus necesidades individuales. Te explico brevemente los tres pasos de mi método.

Evaluación y valoración del estado nutricional del paciente

Diagnóstico y tratamiento personalizado

Seguimiento y educación nutricional

  • Evaluación y valoración del estado nutricional del paciente

    Toma de medidas antropométricas. Se realiza una doble bioimpedancia de grado médico, que permite analizar la composición corporal del paciente.

    Historia dietética. Se debe realizar una valoración exhaustiva de la ingesta del paciente para poder detectar hábitos incorrectos y posibles desequilibrios nutricionales, es decir, identificar todo aquello que nos ha llevado a la actual situación, se trata de cambiar nuestra conducta alimentaria arraigando buenos hábitos para siempre.

    Historia clínica. Mediante la cual recabamos información en cuanto a su estado de salud. La revisión de una analítica reciente nos ayudará a conocer si existen complicaciones metabólicas o desequilibrios nutricionales. Debemos conocer también los antecedentes familiares, fármacos o suplementos que toma, presencia o ausencia de situaciones fisiológicas especiales, intolerancias alimentarias e histórico de intervenciones quirúrgicas.

    Actividad física. La práctica habitual de ejercicio físico es imprescindible para conseguir y preservar un buen estado de salud por los innumerables beneficios que aporta (mejora el perfil lipídico, glucémico, tensional, refuerza el sistema inmune, mejora nuestra autoestima, mantiene los huesos fuertes y sanos…).

    Debemos saber transmitir a la persona su importancia y que se convierta en una filosofía de vida al igual que una alimentación variada, completa y equilibrada.

  • Diagnóstico y tratamiento personalizado

    Con la información completa, se elaborada el diagnóstico, se plantean los objetivos y el tipo de propuesta que vamos a aplicar de una forma consensuada con el paciente.

    Es de vital importancia, aclarar bien la propuesta, realizar las recomendaciones y sugerencias oportunas. Los cambios cuestan y por ello se recomienda disciplina, paciencia y ganas de aprender.

    La propuesta debe también adaptarse a la vida de la persona, costumbres, ideología, el tiempo que tiene para cocinar, turnos de trabajo, familia y preferencias. El programa tiene que adaptarse lo mejor posible al paciente, para asegurarnos su continuidad, el tratamiento se debe ir moldeando y modificando en función a objetivos, impresiones, aversiones y preferencias, así conseguiremos una mejor adhesión, compromiso por parte de la persona y por lo tanto mejores resultados.

  • Seguimiento y Educación Nutricional

    Es fundamental un seguimiento y monitorización periódico, con el fin de valorar la respuesta al tratamiento, detectar posibles conflictos y necesidad de cambios. La finalidad es conseguir la mayor efectividad posible del tratamiento y un mejor compromiso del paciente. Los buenos resultados serán motivadores, evitando el abandono y mejorando la adhesión al tratamiento.

    Trabajaremos en la promoción de hábitos alimentarios saludables duraderos. La Educación Nutricional no contempla sólo la difusión de información acerca de los alimentos y sus nutrientes, sino que también proporciona las herramientas para saber qué hacer y cómo actuar para mejorar la nutrición.

    Desarrollar habilidades que permitan tomar decisiones constructivas alrededor de la alimentación, será unos de los objetivos principales de esta labor tan importante.